Soy

Somos personas que soñamos, planeamos, nos equivocamos, y algunas otra veces acertamos. Somos complejos, distintos y a la vez, somos muy parecidos. Sin embargo, con todo lo que somos, nos olvidamos de algo muy importante... cuidar de nosotros mismos... Poner atención en aquello que pensamos, actuamos y esas cosas que nos suceden... así que aquí tienes un pequeño espacio que te servirá para no olvidar que lo más importante eres !!!


Quién soy?

No les ha pasado a ustedes que a veces pareciera que todo nuestro mundo gira en torno a lo que sentimos, y todo tiene que ver con el sentimiento, en especial para las mujeres.



Que si nuestra pareja nos quiere, que los hijos, la mamá, el papá, los compañeros de la escuela o del trabajo. Que si la vecina nos mira raro... jajaja. Y nos preocupa todos los sentimientos que recibimos, que a veces hasta exigimos u obligamos... Pero olvidamos uno, uno sólo (y no hablo del amor de Dios) estoy hablando de uno sólo, tan simple y tan olvidado.. tan mencionado, tan discutido y planteado, pero que pareciera que siempre queda en segundo lugar para la mayoría de nosotros... ya sabes de cuál sentimiento hablo???




miércoles, 18 de febrero de 2015

La Filosofía del Limón: Parte 1.

Te preguntarás, ¿cuál es la filosofía del limón? Pues es una filosofía muy común entre los dichos, pero con algo más reflexivo que sólo un par de palabras.  Pero, para lograr entender y llevar a la práctica ésta filosofía,  antes hay que plantear lo siguiente:

Nosotros somos seres racionales, así pues nos mantenemos en la búsqueda de una autonomía, de habilidades y capacidades ¿cierto?.
Bien, estando de acuerdo con esto. Yo les pregunto, si nos reconocemos como seres racionales, capaces y autónomos, por qué hay ocasiones en que no somos lo que realmente deseamos ser, ¿qué nos limita? ¿cuál es el límite para lograr ser lo que queremos ser? O hacer lo que queremos hacer?.

Por ejemplo, ¿alguna vez han soñado en conseguir todo en la vida?  Si... No... A veces...
"Tener la clásica vida perfecta".

Y es que unos podrían pensar en el dinero, por mencionar un primer punto. Y con el dinero conseguir todo lo demás; ya sea una bonita casa, un fabuloso auto, tener grandes negocios, un excelente trabajo, etc. ¿Suena bien o no?.

Otros, podrían pensar en que el dinero no lo es todo, y prefieren enfocarse en conseguir una buena pareja, un gran compañero o compañera de vida, estar rodeados de magníficos amigos, compartir bellos momentos con lo más importante; la familia. Apoyar a nuestros padres, agradecer a la vida todo lo que se nos ha brindado, la confianza, la compañía, el amor, el apoyo, etc. Y pensaríamos que gracias a ello somos lo que somos.

¿Suena perfecto cierto? Tan bello y meloso, que parece irreal.
¿Pero? y, ¿después? ¿qué viene después? o mejor aún... ¿de dónde viene todo esto?

RESPUESTA: De nuestra educación, del estándar de vida del cuál venimos y al cuál aspiramos.
Como si fuera tan fácil lograr una vida deseada con tan solo vivir el día a día.

Pero la realidad es que no, en gran parte permanecemos influidos por la cultura, por todo ese conjunto de formas, de modelos, patrones, tanto explícitos e implícitos, a través de los cuales nuestra sociedad regula nuestro comportamiento. Incluyendo costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas a nuestra manera de ser, nuestra forma de vestir, nuestra religión, esas normas de comportamiento, que conforman todo nuestro sistema de creencias.

Y yo me pregunto, ¿ésto es cultura? ¿Somos nosotros entonces partícipes de esa cultura? o, ¿es la cultura la que nos determina?.

La UNESCO declaró en 1982 que "la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo". Entonces, como en un principio les dije: somos seres racionales con habilidades y capacidades. Sin embargo ¿hacemos uso entonces de ésta capacidad?, ¿la capacidad de modificar éstas normas?, ¿estas reglas culturales?, si nosotros somos parte de la construcción de la cultura.

La UNESCO también menciona que la cultura es quien hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. Que, es a través de ella que discernimos valores y efectuamos opiniones. Y que también, a través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, poniendo en cuestión sus propias realizaciones, buscando incansablemente nuevas significaciones y creando obras que lo trasciendan.

A que voy con esto; a ¿cuántos de nosotros se nos a ido la vida en un suspiro? Por ejemplo,
tan sólo miremos a nuestro alrededor, ¿cuántos años han pasado desde que ingresamos o terminamos una carrera profesional, u obtuvimos ese empleo, o cuántas veces han venido posponiendo ese proyecto que tienen en mente?

Y ahora, podríamos decir, o siquiera creer que ¿ya tenemos la vida resuelta? Que ya hemos logrado un empleo, un negocio, una famila, y que por ello, ¿ya nos hemos convertido en esa persona con un futuro prometedor?. Porque lo que nos limitaba antes, ahora ya no es una limitación. Ya hemos tomado decisiones, hemos actuado conforme a lo que hemos elegido, conocemos en dónde estamos y hacia dónde vamos. Simplemente fuimos con el transcurso del tiempo, cumpliendo con el día a día; para convertirnos en nuestro ideal. Nos hemos convertido en esa persona feliz, completa y exitosa.

Pero, ¿han tenido días en los que dan ganas de mandar todo al carajo?, renunciar y gritar: ¡ya basta! ¡no deseo seguir así! ¡sólo quiero ser yo!.

Ya basta de cumplir con ser la hija, la novia, el esposo, la madre, el padre, el profesionista, el estudiante, etc. ¿Cuántos compromisos morales, cierto?

Y he aquí, una palabra compleja, pesada y mágica a la vez: la moral.
Y entonces, ¿qué es la moral? Bueno, pues la moral no es otra cosa más que el conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social que oficia de guía para el obrar; es decir, que orienta acerca del bien o del mal, entre lo correcto y lo incorrecto. Rige nuestra conducta en relación con la sociedad y con nosotros mismos. Son esas acciones y actividades susceptibles de valoración moral que se fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios.

Hay que entender entonces que toda acción humana es en esencia social. Y que directa o indirectamente está correlacionada con la vida del conglomerado social.

Y yo me pregunto ahora, ¿será acaso que la moral es la que nos limita?
¿será esa pequeña amiga, llamada moral; la que quizá no sea tan amiga?
Esa moral la que nos dice que hacer y no ser, que debes, que no quieres, que deseas, a dónde ir, con quien no estar. Y tu moral, ¿es en verdad tu moral? ¿tu la creaste? ¿tu la construiste?



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